La Gratitud es una fortaleza, cualidad o rasgo, que contribuye con nuestra satisfacción con la vida. Es el reconocimiento, apreciación o valoración que hacemos de lo que los demás nos entregan o hacen por nosotros, inclusive va más allá se trata de sentirse dichoso por la oportunidad de pequeños detalles como un paseo, una puesta de sol, una sonrisa…
En lo personal considero que ser agradecido, definitivamente, tiene una magia, una energía que se contagia, donde quiera que está presente solo genera optimismo, esperanza, y un sin fin de emociones positivas.
Por eso se habla del Poder de la Gratitud, porque los beneficios que reporta a nivel físico y emocional son infinitos y a ello le sumamos la conexión maravillosa que crea con los seres que nos rodean.
Como todo en la vida es necesario un equilibrio, hay personas con un bajo nivel de agradecimiento, son aquellas que dan por sentado las cosas buenas que les pasan, que no son capaces de agradecer a los otros y que normalmente presentan una actitud pesimista, están siempre atentos a lo que les falta y no, a las bondades que ya poseen.
Por otro lado, tenemos a los que agradecen por todo, incluyendo aspectos no tan placenteros, esto en sí mismo es favorable porque nos permite aprender y crecer, estas personas llegan a ser muy queridas y valoradas, el punto de quiebre se da cuando se agradece al extremo llegando a hacerlo solo para quedar bien con los demás, para ser reconocidos, perdiendo autenticidad, honestidad y transparencia, gestionar la fortaleza de la valentía para cambiar en este sentido es la clave para evolucionar.
Existen estudios sobre la Gratitud cuyos resultados indican, que aquellos que la practican, presentan unos niveles hasta un 25% más elevados de sensación interna de bienestar y plenitud, son personas más felices y optimistas.
Así mismo, tienden a ser más sanos, mejoran su sistema inmunológico, el sueño, la presión sanguínea, y a su vez incrementan la atención y concentración, corroborando también el estudio, un aumento en el rendimiento y productividad de los participantes.
En la medida que realicemos una atención selectiva de aquellos momentos en los que nos hemos sentido agradecidos y lo hagamos en forma constante, iremos creando el hábito de la Gratitud que tantos beneficios nos trae.
A continuación, algunas opciones, escoge las que consideres que conectan contigo:
- Al iniciar el día pensar en el mundo de cosas que tenemos para agradecer…
- Dar gracias a tu ser supremo por las bondades presentes en tu vida.
- Cada noche antes de acostarte, piensa en 5 cosas que agradeces de ese día, de esta forma te acuestas conectado con elementos positivos.
- Mantente atento de tus amigos y familia, recuerda una llamada, un mensaje, en el que les dejes saber lo que les agradeces.
- Llevar un diario, un mapa en el que recopiles, todo lo bueno que te ha pasado y que agradeces.
- Otra alternativa, es el Bote de Agradecimiento: tomas un frasco de vidrio, le colocas en la tapa una etiqueta con el año en curso y vas introduciendo en él elementos físicos como una tarjeta, una entrada, una hoja seca, una nota, cualquier elemento que te conecte con un momento que agradezcas y luego al final del año rememoras cada uno de ellos y así podrás tener un balance que te de un chute de energía para iniciar el siguiente año.
El 2020 ha sido muy particular, pero seguro que, si comenzamos, iremos fortaleciéndonos, nos sentiremos más plenos y al final del año, tendremos muchas vivencias, relaciones y aprendizajes que agradecer…
Adelante…